Hoy vivimos un tiempo acelerado y al final de un día lleno de tensiones y exigencias puede resultar difícil lograr un buen descanso. Al apagar la luz e intentar conciliar el sueño pueden aparecer todas las frustraciones y las preocupaciones. A veces la mente comienza a viajar entre el día que recién termina y el futuro y por supuesto el cuerpo acompaña el pensamiento y no para de dar vueltas en la cama, la noche avanza y el ojo sigue despierto. Incorporar algunas técnicas sencillas de relajación y respiración con prácticas de concentración a través de la meditación suele dar excelentes resultados para combatir el insomnio.
Es bueno recordar en primer lugar que se entiende por insomnio tanto la dificultad para entrar en el sueño como el despertarse fácilmente y tardar en volver a conciliarlo. Otra forma de insomnio es despertarse muy temprano, aunque este tipo de insomnio debe ser muy bien evaluado ya que solo causaría problemas si la persona sufre cansancio o somnolencia con problemas para concentrarse e irritabilidad durante el transcurso del día. En ese caso también hay que tener en cuenta la edad de la persona ya que el tiempo de sueño se modifica con el pasar de los años. Los niños duermen mucho más que los adultos y pasados los 50 años es normal que el tiempo promedio de sueño disminuya algunos minutos por año sin que esto traiga mayores inconvenientes.
Algunas personas tienen tendencia al insomnio ya sea por cuestiones de salud o por su química particular. Pero el insomnio generalmente se presenta de manera ocasional durante algunas etapas de la vida. Dentro del insomnio ocasional hay muchas causas por las cuales se nos pueda poner difícil conciliar el sueño: es muy habitual que cuando estamos con un proyecto muy excitante o que demanda mucho de nosotros nuestra mente no puede dejar de pensar en eso. O cuando estamos enredados en una cuestión sentimental y no podemos dejar de darle vueltas a la cosa. También ocurre cuando estamos criando niños pequeños que interrumpen el sueño, o frente a situaciones donde hay que cuidar a algún miembro de la familiar que está enfermo. Pero casi siempre el estrés está metido en el medio.
Aunque a veces los motivos del mal dormir tiene relación con el medio ambiente como ruidos molestos del tráfico o un compañero o compañera de cuarto roncador. Otras veces realizamos tantas actividades en la cama o en la habitación que cuando llegamos ahí nos olvidamos que es momento de ir a dormir.
Podríamos decir que la causa del insomnio es una combinación de cuestiones ambientales, hábitos incorrectos y mal uso de la propia mente y esto trae como consecuencia cansancio, tensión, nerviosismo. Por eso es necesario incorporar herramientas de relajación y concentración. La meditación nos da todo tipo de técnicas para ver que pensamos, como es el ciclo de pensamiento y como dejar de pensar en eso que nos ocupa y nos distrae justo cuando queremos empezar a descansar. Una mente entrenada en técnicas de meditación trae a la vida cotidiana un estado de paz mental y un bienestar físico general.
Cuando se hace difícil dormir es mejor no quedarse en la cama dando vueltas mucho tiempo porque así aumentamos la tensión, porque es especialmente en ese momento cuando los ciclos de pensamiento negativo se retroalimentan con emociones de frustración y enojo. Por eso es recomendable salir de la cama, hacer una serie de estiramientos, algunas respiraciones profundas y volver a acostarse. El conocimiento y la práctica de las diferentes técnicas de meditación, de ejercicios de respiración y relajación nos brindan el entrenamiento necesario para lograr el estado mental y emocional propicio para un buen descanso.
Siempre es bueno conocerse bien y crear el entorno correcto para cada uno según sus tendencias. Para los que tiene un dormir liviano si lo que molesta es la luz, es mejor ver que no se filtre luminosidad al amanecer. Si lo que molesta es el sonido, es mejor cerrar puertas y ventanas, es decir encontrar la manera de generar en el ambiente donde vamos a dormir el máximo de confortabilidad según las propias necesidades.
Algunas ayudas simples a la hora del dormir:
- Prepare el ambiente del dormitorio de la manera que sea de su agrado para un descanso perfecto.
- Apague los dispositivos electrónicos y evite mirar fuentes lumínicas en los minutos anteriores a irse a dormir.
- Sentado en el borde de la cama, conéctese con usted mismo: respire y observe el movimiento del cuerpo al respirar.
- Tome varias respiraciones profundas por la nariz y suelte el aire muy lentamente por la boca, registrando atentamente el recorrido del aire.
- Acuéstese y recorra su cuerpo mentalmente, aflojando y soltando músculos y articulaciones, finalice relajando también su rostro completamente.
- Manténgase relajado y enfocado en el aire que respira.
- Tenemos en nosotros mismos todas las posibilidades para el cambio. Al aprender nuevas formas y abrir nuestra mente podemos empezar a ver que es posible crear por nosotros mismos un estado mental y emocional positivo y soltar lo que no nos gusta. Ese es el principio de una nueva relación, una relación más saludable y más plena con uno mismo y con el entorno.
Monika Correia Nobre
Fundadora y Directora Astroflor
Instructora de Meditación y Astróloga