El logro supone un gran paso en el camino hacia una red global de comunicaciones espaciales protegidas por criptografía cuántica.
Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y la Comunicación (NICT) de Japón ha conseguido efectuar el primer experimento de comunicación cuántica entre un microsatélite y una estación terrestre. Los científicos han transmitido desde el espacio una secuencia de unos y ceros codificados en sendos estados de polarización de la luz, y han logrado hacerlo de tal forma que se cumplan los requisitos necesarios para el protocolo conocido como «distribución cuántica de claves», un método de comunicación cuya protección frente a posibles espías queda automáticamente garantizada por las leyes de la física cuántica. El trabajo, firmado por Hidekei Takenaka y otros investigadores, se publica en Nature Photonics.
La mayor parte de los experimentos de comunicación cuántica realizados hasta la fecha se han llevado a cabo mediante cables de fibra óptica. Sin embargo, dicho canal limita fuertemente el alcance de las comunicaciones, ya que esta clase de señales cuánticas son muy sutiles (los fotones han de recibirse de uno en uno) y la fibra óptica degrada poco a poco la transmisión, lo que restringe el alcance a unos 200 kilómetros. Con miras a implantar una futura red intercontinental de comunicaciones cuánticas seguras, una solución pasa por emplear comunicaciones por satélite, ya que en tal caso los fotones viajan la mayor parte del tiempo en el vacío y pueden recorrer distancias mucho más vastas.
Aunque el campo de las comunicaciones cuánticas por satélite no ha hecho más que empezar, los éxitos logrados por estos primeros experimentos auguran prometedores avances en un futuro muy próximo.
Autor: Ernesto Lozano Tellechea Fuente: Investigación y ciencia Link original: