El futuro del aprendizaje

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Autor: Ricardo Braginski

Avanza el “modelo Netflix” de las universidades, que promete educación de calidad on demand

Todo parece haber cambiado desde que la palabra “plataforma” se incorporó a nuestro vocabulario. Al cine lo fuimos reemplazando por “plataformas” como Netflix; a la música la escuchamos en Spotify o similares; el equivalente a un taxi se puede pedir por Uber; la comida en otra “plataforma” y la trae un joven en bicicleta; y así sucesivamente. La combinación entre Internet masivo con celulares “inteligentes” hizo posible que un grupo de desarrolladores de softwares con nutridas campañas de marketing a escala global pusieran en jaque a sólidas industrias locales construidas ladrillo por ladrillo durante años. ¿Pasará lo mismo con las universidades?

Nadie lo sabe, pero avanzan en el mundo poderosas plataformas que buscan acercar profesores y carreras de las universidades más prestigiosas del mundo con un público masivo de estudiantes que viven en cualquier rincón del planeta y demandan capacitación de calidad. Otra vez: la combinación de buena tecnología -en este caso, para el aprendizaje online- con contenido buscado por cierta audiencia.

A estas plataformas se las conoce como Moocs, por sus siglas en inglés Massive Open Online Course (cursos online masivos y abiertos). Hay unas cuantas, aunque picaron en punta a nivel global EdX -creada en conjunto por el Instituto Tecnológico de Massachussets (MTI) y la universidad de Harvard-, y Coursera, desarrollada por investigadores de la universidad de Standford. Cientos de miles de estudiantes ya se están formando en esos espacios virtuales habilitados por las universidades líderes, y crece el debate: ¿Será esta la forma que tendrá la formación universitaria en los próximos años? ¿Para qué tanto gasto en infraestructura y enormes campus si lo mismo se puede resolver a distancia, desde el celular o la computadora?

La última tendencia en los Moocs son los “micromasters”, algo así como “pedazos” o módulos de una carrera con los que se puede acreditar conocimientos, tanto sea para seguir estudios en otra universidad o para aspirar a un empleo. Los micromasters son gratuitos, pero el estudiante paga por la acreditación (el título) a razón de unos 50 dólares, una vez aprobados los exámenes.

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